jueves, 18 de septiembre de 2014

Etapa 11: "El remolque" (Patrocinio de la mamá de la piloto)

Maurin_ Aix-en- Provence


La jornada comenzó despidiéndonos de Flore. Ella se tenía que ir, pero se preocupó de dejarnos bien acompañadas. Desayunamos al aire libre, rodeadas de vegetación y de los más variopintos vehículos que vimos hasta el momento: una roulotte como la de los magos de antaño y una furgoneta con un cuatro latas integrado ¡impresionantes!




Después del café, nuestros anfitriones nos explicaron en qué consiste el trabajo de la compañía, enseñándonos también los proyectos que habían llevado a cabo. Se trata de un grupo de arte y espectáculo callejero con unas ideas muy originales e innovadoras. Lástima que sólo trabajen en el ámbito de Maurin. Vale la pena echar un vistazo a su facebook:


On y va!! C' est parti!! Nos despedimos de nuestros amigos artistas y seguimos nuestro camino por una carretera espectacular que separaba una playa de un gran lago. Habíamos previsto parada técnica en un pueblo a 50 km de Maurin. La verdad es que no recordamos ni como se llamaba, pero el plan era parar y comer algo. La sorpresa llegó cuando en pleno mediodía y correspondiendo a nuestra imán para llegar a todos los pueblos en fiesta, nos encontramos con el, a partir de ahora denominado, "pueblo-fiestón". Gente, lo que se dice gente no había mucha, pero le estaban poniendo muchas ganas, con fiesta de la espuma y bailando al ritmo de "el único fruto del amor... es la banana" así como de una fantástica versión anglosajona de "when you say Maria Dolores".



Continuamos rodando y rodando para hacer paradiña en " Arles" Por fin pudimos comer y tacañear algo de wifi gabacha en un"Subway" que localizamos nada más llegar. Y cuando estábamos ya aparcando a la Pitufina al lado de la puerta para que quedara visible...¡¡¡No!!!! La piloto metió el pié en un bache en el momento de subir la acera y ¡pum! Otra vez la Pitu al suelo.  Gracias a un video que corre por Youtube  de "cómo levantar la moto casi sin esfuerzo", combinado con la ayuda de un señor que pasaba por allí, pudimos subsanar el problema sin sufrir daños materiales de consideración. ¡Menos mal! 

A todo esto, se trataba, ni más ni menos, que de un domingo de carreras, pero como teníamos que seguir rodando, todo parecía indicar que sería la primera carrera que nos perderíamos. Ni siquiera teníamos muy claro a qué hora sería MotoGP, porque ya ver las tres era imposible por falta de tiempo. Cuando conseguimos conectarnos a internet en el Subway, vivimos la narración en Twitter de las últimas vueltas, Márquez delante, ahora Lorenzo, Márquez... Ni la mitad de emocionante que de costumbre.

Al terminar nuestros bocatas nos volvimos a montar en nuestro "mini caballo de dos ruedas" dirección Aix-en-Provence, donde nos esperaba Jean-Michèle. Este amable fotógrafo nos abrió las puertas de su casa y nos llevó a dar una vuelta para conocer la ciudad, muy bonita, como no podía ser de otra forma. Pedimos disculpas por la ausencia de documentación gráfica, la tecnología se puso en nuestra contra.



Y terminamos el relato de esta historia agradeciéndole a Victor y a Susa (progenitora de la piloto) su aportación a nuestra causa. Gracias mil por apoyarnos incondicionalmente desde el primer momento y ayudarnos a creer que, si uno realmente pone empeño, ¡¡sí se puede!! Os queremos un montón.