miércoles, 4 de marzo de 2015

Etapa 2: Motorclub Balas Rasas


El día no ha podido empezar mejor. Creo que nunca en mi vida me importó tan poco apagar el despertador. Justo cuando sonó, me entró una de las mejores llamadas que he recibido jamás. Era Javier, del Taller Ilegal en Vigo, para contarnos que nos había conseguido entradas para el Gran Premio¡Uno de nuestros tres objetivos cumplidos!Ya sólo nos queda encontrar alojamiento en cada etapa y conocer a Valentino. Javier tenemos qué hacerte un monumento. Id todos a su taller!

El despertar fue dulce y, la verdad, no podemos poner queja del resto del día. Como ya os contamos ayer, llegamos al fin de nuestra primera etapa con mucho retraso. Nuestros anfitriones habían tenido que irse, pero a la mañana siguiente quedaron con nosotros para desayunar. Al desayuno con los Balas Rasas se unió Emilio. Había conocido el día anterior nuestra historia y al ver que estábamos en O Barco, nos escribió para conocernos. Vino hasta el Bar Cristal y, además, nos dedicó casi su día entero a hacernos de Guia turístico por la zona. Nos enseñó O Barco y nos acompañó hasta Ponferrada por una carretera súper chula a orillas del Sil. No contento con todo eso, nos invitó a comer,  nos prestó un par de libros de moteros viajeros que prometimos devolverle y nos regaló las camisetas que llevamos en las fotos. Son de un Festival de Blues que organiza con unos amigos desde hace unos años: "Blues No Sil". El año que viene no vamos a Faltar. Muchisísimas Gracias Emilio por todo lo que has hecho por nosotras, por habernos explicado tan bien todo lo que hemos visto y por la conversación tan grata de sobremesa... Nos debes una lista de películas, libros y música que debemos ver, leer y escuchar.





Después de despedirnos de Emilio, continuamos nuestra ruta dirección Astorga, como el día anterior, mal de tiempo. Al llegar nos dimos un paseito corto para estirar las piernas, visitar el Palacio Episcopal diseñado por Gaudí y ver la Catedral. También aprovechamos para comprar la cena para prepararla nada más llegar a León, donde nos estaba esperando Iván, primo de la motera conductora, que esa noche nos acogió fenomenal en su casa.



 Y antes de despedirnos hasta esta noche, que prometemos contaros cómo nos ha ido hoy de León a Burgos, queremos agradecerle una vez más a los Balas Rasas ya no sólo su hospitalidad, si no habernos patrocinado esta segunda etapa tan genial. ¡Mil gracias, os debemos una!





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